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Quet´zare se encontraba practicando su tiro con Arco y en su mente se creaban, como era de costumbre, nuevas formas de recuperar la Isla de su Tribu… Y así sus pensamientos fueron divagando hasta perderse en las Bestias, y quiso ver qué bestias había lejos del Desierto de Durotar…

Después de varios días dejó la Tribu, se montó, orgulloso, sobre su Raptor y empezó a cabalgar al Norte… Llegando al pueblo de Cerrotajo tomó otros caminos, controlado por ése carácter aventurero que ya lo caracterizó en batalla, y cada que divisaba una bestia inusual se detenía y la examinaba por completo, viendo cada detalle de su pelaje, de sus escamas, su actitud frente a su Raza de Trols, el color de sus ojos y tantas cosas que prácticamente le daban vida…. Era algo sin fin al parecer.

Fue así como el Trol Domador de Raptores llegó al Río Furia del sur y cruzándolo se adentró en las llanuras de Los Baldíos… Cansado Quet´zare durmió una noche cerca de un puesto de defensa Orco que tenía planes de reclamar esas llanuras para El Ejército de La Horda… a la mañana siguiente sintió una piel áspera que lo rozaba rápidamente en su rostro, y escuchaba un leve rugido en sus oídos comunicándole algo… era Ty´zur, su fiel Raptor que curiosamente compartía la emoción y la intriga de descubrir esas tierras y excitado lo llamaba a levantarse.

Cuando parecía ver Altos Zancudos de carácter muy pasivo una sensación de tranquilidad inmensa se llegó a apoderar de él, Quet´zare si bien se identificaba con cada animal, nunca había sentido una sensación tan real con las Bestias… Agradeciendo a los espíritus siguió en su búsqueda de nuevos tesoros de la naturaleza. Entonces llegó al conocido Cruce de Los Baldíos del cual había oído mucho, mientras se adentraba en aquel refugio vio a un Tauren vestido con una togas de pieles y un tabardo con el escudo de su raza: Los Taurens de Cima Trueno… Tenía un aspecto muy pasivo con una corta y espesa barba, denotaba sabiduría y por sus ademanes el joven Trol dedujo que era muy espiritual.

- Saludo´h colegah – dijo Quet´zare

- Saludos joven Trol – respondió el Tauren

Y así sin conocerse empezaron a hablar de sus orígenes y en el tema espiritual y del equilibrio del mundo hubo muchas opiniones, cosa que Quet´zare en su Tribu Lanzanegra no había experimentado… un interés por conocer más de lo divino y de los Loa. Siguieron su conversación, hasta que un joven Orco pasó cerca de ellos y se unió con el Tauren a conocer al Cazador que era el nuevo por esas llanuras tan pasivas…

Después de horas pasadas en una conversación con Nahren el Chamán del Anillo de Tierra y Mokaro el Orco, el Trol decidió quedarse un tiempo en una posada cercana manejada por Orcos y aun pensando en los nuevos sujetos que había conocido… ¿Era obra de los espíritus…?

PD es mi primera continuación de la Historia de Quet´zare espero que la haya hecho bien :D

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