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Draven de Stromgarde

Historias y Relatos

Aquí podrás encontrar una serie de relatos sobre la vida e historia de Draven; así como datos interesantes sobre la familia Wolfheart, personajes importantes. Cronologías, Historias relacionadas, Reliquias y objetos familiares, entrenamiento y desarrollo de las habilidades del personaje. Es decir, toda una recopilación de informacion importante para profundizar y enriquecer el rol y mentalidad de Draven.

 

INDICE EN CONSTRUCCIÓN

-El Cazador de Trols

-Grayson Wolfheart y Colmillo Blanco

-La Casa Wolfheart

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El Cazador de Trols

Los primeros destellos del alba comenzaban a pasearse por las ligeras colinas de aquella plana pero escarpada región. Las bestias salvajes comenzaban su rutina de caza cumpliendo con el tradicional ciclo de la vida y la muerte. Sin embargo, mas allá de la maleza y el rocoso e irregular terreno, los ojos de aquel que no dormía se mantenían atentos todo en derredor a la ruta que transitaba. Moviendo constantemente los dedos alrededor de la empuñadura de sus armas y con sus sentidos agudizados, la figura de aquel humano zigzagueaba entre cada árbol o roca por la cual iba pasando, asegurándose de que nada le estuviese acechando.

El alba casi se había hecho día y cuando por fin parecía que el campamento de refugio estaba a la vuelta de la esquina, un veloz y ligero silbido advirtió al guerrero de la inminente llegada de una lanza dirigida justo a su cabeza. Inmediatamente paró en seco a la vez que movió su cabeza a escasos centímetros del lugar de impacto de la lanza que quedo incrustada en el viejo roble a su izquierda. Rápidamente dio una rodada por el suelo y resurgió con hacha en mano abalanzándose contra su enemigo, en este caso, uno de aquellos malditos trols a los que por tanto tiempo llevaba dándoles caza. Reconoció aquella cicatriz y el colmillo roto y sonrió, pues bien conocía a aquel que con gran esmero le buscaba para matarlo.

Ambos enemigos mortales cruzaron ferozmente sus miradas, pues aquella rivalidad había tenido un par de meses para ganar fuerza. El trol y el humano se enzarzaron en una encarnecida lucha cuerpo a cuerpo, hacha, cuchillos y hasta a mordiscos intentaban quitarse la vida el uno al otro. Aunque para ser un humano su altura era muy prominente esta no se comparaba con la del trol, sin embargo esto no lo hizo pensar ni por un minuto que estaba en desigualdad de condiciones, mas bien con el espíritu de un guerrero continuó combatiendo ferozmente como con el corazón de una fiera. El combate fue realmente intenso pero al final del día solo uno iba a poder recordar lo ocurrido aquel día. Un trozo de oreja fue lo que aquel amani se llevaría a su tumba mientras que su propia cabeza serviría como trofeo al humano quien victorioso salió de aquella ocasión.

-Vaya noche mas productiva, a ver donde amontono esta otra cabeza… Aunque bueno, ya va siendo hora de juntar todo para la venta –iba hablando consigo mismo mientras apilaba un par de cráneos de alguna criatura exótica, colmillos y garras de todo tipo, cabezas disecadas de la fauna de la localidad, entre otros. Aquel gran montón de trofeos iba a proporcionarle una buena pasta, o por lo menos lo suficiente para vivir para el siguiente mes. Luego de haber juntado envuelto todo en un par de sabanas viejas, y a pesar de tener un buen par de heridas, se quitó la camisa de golpe y se echó a dormir.

La dulce satisfacción de aquella cacería le hizo caer en un sueño bastante profundo. En medio de aquel letargo, las remembranzas de su vida y las vivencias de su familia comenzaron a perturbar sus sueños nuevamente. Aquellas verdes colinas eran sin duda alguna las mismas que de pequeño recorrió a lo largo y ancho con su padre, figura heroica que forjó su carácter e ideales. Aunque por su característica dureza no lo aceptara, su madre y hermanas influyeron en parte de su formación, de otra manera simplemente hubiese terminado como un bruto y carente de todo conocimiento práctico.

El sueño continuó avanzando, trayendo a su memoria las reminiscencias de su familia, las horas que pasó explorando junto a su padre cientos de hectáreas de las altas tierras de Arathi, conociendo poco a poco sobre la fauna de la zona así como del territorio mismo. Reconoció además aquella pequeña cabaña de madera y techo rojizo junto al lago, aquel melancólico lugar donde no pescaría nunca más. Se encontraba allí, en su propio lugar feliz, rodeado de todo lo bueno que representó su infancia y posterior juventud, formándose como un valiente guerrero mas del reino, pero siempre manteniendo la actitud fuerte y arrogante que le caracterizaba. “Eres mi orgullo hijo, de tu mano depende la salvación de los tuyos, nunca les falles”. Aquellas palabras se repitieron una y otra vez en su mente, recordándole con amargura las cenizas de su historia que quisiera ya dejar atrás. Poco más soñó aquella noche antes de volver a quedarse dormido.

La gran feria y vendimia de cazadores errantes y caza recompensas era un evento que tenia lugar cada tres meses y el lugar ideal donde comerciantes y peleteros hacían buenos negocios, incluso algunos goblin se presentaban a intentar estafar algún cazador novato con sus carcachas mecánicas y herramientas inútiles. La feria iba a celebrarse dentro de cuatro días en la cercana ciudad de Costasur, el camino a pie hasta allí era de unos siete días manteniendo buen paso, eso sin contar algún supuesto percance con la peligrosa fauna de la zona o con los salvajes trol. Pero aun así, al Stromgardiano le tomaría la mitad del tiempo llegar a su destino, pues bien en su dura vida había logrado aprender valerse por si mismo y no necesitar de nada ni nadie para sobrevivir.

Aún con su habitual semblante serio y sin emoción alguna, a veces el guerrero se detenía sobre aquellas escarpadas colinas echando una amplia mirada sobre el territorio, uniendo un recuerdo con otro, pues para el, prácticamente todo árbol o toda piedra de aquella zona lo relacionaba con algún suceso o alguna historia. Miró con curiosidad cierto árbol de gran tamaño y hermoso follaje, se acercó a él aguzando la vista como buscando algo en el tronco. Paseó su mano sobre la rugosa superficie del mismo hasta que detuvo su palpa sobre una hendidura algo profunda en la corteza, movió su dedo pulgar varias veces sobre esta grieta y luego cerró su mano en forma de puño sobre el tronco. Su expresión facial cambió ahora a la de un hombre pensativo, como si reflexionara en algo muy profundo. Si, aquella hendidura inequívocamente tocó un recuerdo muy blando para el fornido guerrero…

Su familia se caracterizó por ser parte de un linaje de tenaces cazadores y guerreros desde los tiempos del reino de Strom. De hombres grandes y fornidos estaba repleta la casa familiar del Stromgardiano, cuyo noble apellido quedó en el olvido tras la tercera guerra. Las cabezas de trol eran trofeos que intercambiaban sus frías miradas de muerte en una sala llena de estas, así como también otros artefactos y reliquias de valor conseguidas durante las guerras trol.

Desde pequeño, el guerrero pasaba horas en aquel lugar siendo instruido verbal y físicamente en el arte de la guerra y la cacería, y sobretodo inculcándole valores propios relacionados al honor, el coraje y lo mas importante, ver a los trol como el mayor enemigo de su familia y de su reino, pero aun así, verlos como dignos oponentes a los cuales dar caza y muerte. Al cumplir los dieciséis años, en la flor de su juventud, fue llevado a completar el ritual característico de su casa, aquel que demostraría cuales hijos se convertirían en hombres y cuales no gozarían de los honores de dicha casa. Era un día lluvioso como ningún otro, los hombres de a caballo tuvieron que abrirse paso entre los habituales caminos que se habían vuelto como pantanales. La iluminación escaseaba y el frio comenzaba a hacerse sentir; sin embargo, en el corazón de aquel impetuoso joven, no había ni la mas mínima duda ni pizca de cobardía, pues el deseaba seguir adelante pasara lo que pasara, aquel sería su día de gloria.

Entre los altos matorrales y detrás de la húmeda vegetación, los caballeros del grupo de caza lograron distinguir las cabañas de aquella aldea trol a la cual pensaban atacar. Los amani se encontraban refugiados a causa del gran chaparrón que azotaba el lugar, situación que aprovechó el grupo de caza a su favor para lanzar un ataque sorpresa. Los trols no estaban preparados para aquella emboscada pro lo cual varios de ellos terminaron muertos en las primeras oleadas. El joven guerrero asistido por su padre, sesgó la vida de varios trol a sangre fría y no le gustó, le encantó. Un brillo en sus ojos se desató desde el primer momento que cortó el cuello del primer trol y continuo hiriendo a los que pudo pues a pesar de su edad, su cuerpo prematuro era como el de un hombre de unos veintitantos años. Los trol de la aldea habían sido prácticamente exterminados y los pocos que sobrevivieron habían huido ya, la recolección de cabezas había dado al menos unas quince, sin distinguir entre machos o hembras.

A pesar de haber tenido un par de bajas en el grupo, el ritual había sido cumplido con éxito y el padre puso su capa con orgullo en el cuello de su hijo honrándolo frente a los presentes y diciéndole “Eres mi orgullo hijo, de tu mano depende la salvación de los tuyos, nunca les falles” y a la vez que escuchaba con satisfacción las palabras de su padre, su rostro se emblanqueció completamente al contemplar la punta de la lanza que se asomó del pecho de su padre, quien en cuestión de segundos cayó sin vida ante sus pies. El joven no podía creerlo, al dirigir su mirada en dirección a la trayectoria de la lanza, divisó aquel mismo trol que años mas tarde se convertiría en su feroz rival y posterior presa.

Aquellos infortunados sucesos y algunos posteriores forjaron el carácter e ideales de este nuevo hombre de Stromgarde. A pesar de lamentar el fallecimiento de su padre, este suceso sería algo decisivo en la vida de aquel hombre quien dedicó la misma a dar caza a todos los trol de aquellas tierras, considerándolos como los causantes de todos los males que azotaban su familia. Era tal su odio hacia ellos que esto se convirtió a su vez en su mayor debilitad, ya que esto le hizo ser mas confiado, quizá demasiado. Sin embargo, su mismo carácter le hace ser obstinado y le permite ser muy arriesgado a la hora de enfrentarse a los enemigos.

Después de un largo descanso esa noche y acompañado de tantas memorias abrumadoras, llegó al fin el día de la feria en Costasur, y el guerrero se hospedó en la posada mas barata de la ciudad, esta comenzaba a sentirse bulliciosa por la gran afluencia de cazadores y mercaderes de las zonas aledañas de Trabalomas, Arathi e incluso de los Humedales. Había muchos enanos con fachas extravagantes, exhibiendo pieles de enormes yetis de las montañas, otros forrados de malla adornada con colmillos de raptor, entre otros derroches de jactancia que no vienen al caso.

“Pase por aquí” “Compre por acá” “Tenemos la mejor mercancía de la región” Eran algunos de los cliché que mas se escuchaban entre aquellas pacíficas calles que ahora mismo se encontraban abarrotadas de gente de toda clase. Pero el Stromgardiano no estaba interesado en ninguna de las baratijas que los comerciantes intentaban venderle, sus ojos estaban puestos sobre la multitud. Sobre su lomo llevaba aquel conjunto de trofeos que había recolectado durante meses. Se acercó decidido a cierto establecimiento el cual no tenía mucha afluencia de clientes, bajó la bolsa de su espalda y la puso sobre el mostrador y haciendo un ademán con la cabeza al encargado, dijo: -Quiero esa. El encargado -en este caso un enano ya bastante entrado en edad y tuerto de un ojo- se levantó de su asiento y se acercó con cuidado al mostrador, no se mostró siquiera interesado en la mercancía, simplemente se limitó a ver al guerrero de pies a cabeza haciendo especial énfasis en sus ojos en los cuales parece que se perdió por unos momentos antes de decir palabra alguna.

-Hablas con decisión muchacho, pero… ¿En realidad sabes lo que estas buscando? –preguntó el enano.

-Solo dame lo quiero viejo y me largaré, sabes bien que en toda esta mercancía que traje vale mucho mas que ese inútil pedazo de papel –replicó.

-Si fuese tan inútil como dices, no darías todo lo que tienes a cambio de ello. De igual forma, de poca utilidad es para mi este pergamino ahora, anda, puedes tenerlo, pero por supuesto que me quedaré con todo esto que has traído, que tengas suerte y adiós –dijo el enano tomando la gran bolsa e introduciéndola al interior de su tienda.

El Stromgardiano cogió el mapa arrugado y desgastado por la dura mano del tiempo, no lo metió en una de las bolsas de cuero que llevaba junto a los muslos, sino que haciéndole un lugar en su bota, lo introdujo allí con cuidado, luego de ello se marchó sin mas de la ciudad.

El mapa no eran comunes indicaciones a seguir para llegar a un punto específico, no. Era mas bien un conjunto de enigmas y acertijos que debían de ser resueltos y ordenados cual rompecabezas para llegar a una conclusión lógica y conseguir aquel emblemático tesoro que el guerrero ansiaba tanto. Algunas partes del mapa se encontraban en idiomas distintos al común, por lo que no sería tarea fácil descifrar por completo aquel viejo pedazo de papel.

Las primeras notas del mapa consistían en runas y demás escritura antigua, símbolos y figuras que para el Stromgardiano lucían como burdos garabatos. Aun así, el sabia bien que por si solo no iba a conseguir resolver esto, y aunque odiaba trabajar en equipo y aun mas el hecho de pensar en compartir el botín, no le quedó otra opción que resignarse a que necesitaría la ayuda de algún experto en runas y simbología mágica, así pues aunque sus pensamientos se pusieron primeramente en la ciudad estado de Dalaran, luego recordó aquella institución llamada la Torre Arcana, cuya cede estaba en la ciudad de Ventormenta.

No perdió el tiempo, su prisa solo es comparable a su rapidez e impulsividad para tomar decisiones, sin meditar demasiado en las consecuencias cual instinto animal, el guerrero usó el dinero que le quedaba y se embarco rumbo a la ciudad de Ventormenta. Jamás había estado allí antes ni era su tipo de ciudad, verdes praderas con animales domésticos tan mansos que le parecía ridículo, gente débil para el eran aquellos inflados nobles que habitaban en aquella lujosa ciudad quejándose del calor o los insectos como si en verdad supiesen lo que es el verdadero sudor o ganarse el pan trabajando duro. Sea como fuera, su mirada estaba rumbo al horizonte que dibujaba en el cielo su nuevo camino.

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Grayson Wolfheart y Colmillo Blanco

Desde el norte del continente los incipientes rumores sobre el constante asedio de los trols en tierras elficas hacían cada vez más eco en la ciudad. El gentilicio, aunque confiado en la seguridad que le proporcionaban los muros de Strom, se comenzaba a preguntar, ¿Qué pasaría después? Si los trol se hacían con la victoria en las tierras de Quel’thalas, ¿Cuál sería su siguiente objetivo? Aun así, al pueblo le parecía que el rey Thoradin estaba tomando la amenaza trol muy a la ligera, pues a pesar de conocer de la situación por la que atravesaba el reino de los elfos, parecía decidido a no tomar la iniciativa y enviar tropas para negociar un acuerdo de solidaridad con Lunargenta.

No pasó mucho tiempo hasta que un grupo de elfos que cumplían la función de embajadores negociaron con el rey y este accedió a ayudar a Quel’thalas en su guerra contra los trols, recibiendo a su vez favores para su pueblo, ya que como ofrenda por el favor concedido, los elfos traerían maestros hechiceros al reino de Strom y comenzarían a formar a humanos en los misteriosos caminos la magia arcana.

El rebullicio que trajo a las calles de la ciudad esta noticia produjo tanto curiosidad como escepticismo. Todas las casas nobles comenzaron a postular a sus mejores y más prominentes hijos para que comenzaran sus estudios en tan prestigioso oficio, sin embargo, solo una centena de todo el reino fue elegida para recibir dicha instrucción. Grayson Wolfheart, el primogénito de su casa, de contextura robusta y alta estatura, hijo de Lord Grahan Wolfheart -teniente del ejército que había conseguido la nobleza luego de muchos años de servicio en el campo de batalla- fue uno de los elegidos para unirse a aquel grupo selecto que habrían de convertirse en los pioneros de las artes arcanas dentro del reino humano.

Los ancestrales conocimientos que los elfos compartieron con los humanos tuvieron gran impacto en la sociedad, así como en las casas donde residían aquellos que se encontraban en este proceso de aprendizaje. A pesar de que la casa Wolfheart siempre se caracterizó por ser cuna de grandes cazadores y poderosos guerreros; muchos otros se inclinaron mas por los secretos y el poder que encerraba la magia arcana. Al ser Grayson el primero de su casa en convertirse en aprendiz, fue considerado como un modelo para todos sus familiares que deseaban emprender este estudio.

Aun así, el nuevo aprendiz de magia estaba muy lejos de convertirse en el mago de batalla que deseaba ser; y para ello, la arcanísta Thaliel Sunshield, una joven –en edad élfica- alta, pelirroja y de pomposas curvas,  se encargaría de ser la mentora del joven, así como de otros dos iniciados: Gerod Boulderfist, el hijo mayor de un noble de la ciudad y Leilah Garland, la tercera de sus hermanos. Aquel trio de impetuosos jóvenes, deseosos de conocer el arcanísmo, estaban dispuestos a darlo todo en su entrenamiento.

No había demasiado tiempo para emprender el largo camino que conlleva ser un conjurador de hechizos hecho y derecho ya que la guerra estaba a las puertas y el tiempo exigía que su entrenamiento fuese mucho más exigente y riguroso. Grayson pasaba la mitad del día en clases prácticas, entre investigaciones en la biblioteca y aplicación de del arcanísmo llevado al campo. La otra mitad del tiempo, se encontraba entrenando el cuerpo contra los monigotes de entrenamiento y los circuitos de obstáculos, para impedir que por su entrenamiento mental hiciera que descuidara su físico.

Durante sus constantes prácticas, y el estudio en sí, llegó a compenetrarse más con sus compañeros de estudio e incluso con su instructora. Las largas horas que pasaban juntos movieron a que se formara una fuerte conexión y amistad entre todos los miembros del grupo, a los cuales, Thaliel llegó a considerarlos casi como parte de su familia. Estas prácticas intensivas se desarrollaban todos los días de la semana, dejando solamente media tarde del ultimo día para el descanso, el cual muchas veces era utilizado por los estudiantes para pasar tiempo con su instructora.

El fin de las actividades de entrenamiento y el tiempo donde cada quien demostraría su conocimiento y valía en el campo de batalla se acercaba cada vez mas. El avance de los trols de la selva hacia el reino de Quel’thalas era imparable, por lo que la premura de que los aspirantes a hechiceros estuvieran completamente entrenados para apoyar a las tropas en las batallas era más que necesaria. Los entrenamientos se intensificaron cada vez más, al punto que se destinaban un total de catorce horas diarias al entrenamiento teórico-práctico. Los estudiantes se encontraban realmente agotados, aunque su resolución de convertirse en fieros guerreros, expertos en el uso de la magia era aún más fuerte; su férreo deseo de cumplir con la palabra de honor de su reino los motivaba a darlo todo durante su preparación.

Y el día llegó, era momento de que maestros y aprendices apoyaran a las tropas en la batalla. El conflicto el gran ejercito humano-elfo contra el imperio trol a los pies de las montañas de Alterac se extendió por varios días ya que aunque las fuerzas trol parecían implacables, la caballería Strómica estaba dispuesta a no dar ni un paso atrás cediendo terreno a sus enemigos. La arcanísta Thaliel y sus aprendices y todos los demás grupos marcharon al combate. Fue en ese entonces cuando se escucharon las trompetas que avisaban que los caballeros arcanos se unían a la batalla. Conjurando poderosos hechizos de fuego desde las alturas lograron irrumpir rápidamente en las fuerzas trol, quienes vieron sus capacidades regenerativas mermadas.

El grupo de la arcanísta Sunshield se encontraba un poco mas al noreste del campo de batalla respecto a las montañas de Alterac, muy cerca de donde comenzaban las filas enemigas. Los aprendices estaban tan concentrados en la efectividad que estaba teniendo su ofensiva que descuidaron por completo la retaguardia. En eso, un grupo de trols berserker aprovechó para escabullirse por una escarpada colina para quedar estratégicamente encima del grupo de hechiceros. Luego, haciendo uso de lianas entretejidas bajaron de sorpresa y emboscaron al grupo, logrando asesinar a un desprevenido Gerod e hiriendo de gravedad a Leilah y Thaliel. El impetuoso Grayson, quien había estado desarrollando mutuos sentimientos afectivos con la joven Leilah, estalló en ira y olvidándose de las limitaciones que aún tenía como aprendiz, utilizó todo su poder para conjurar una inmensa columna de fuego que inmoló al grupo de cuatro trols que los habían atacado.

Al haber utilizado toda la energía que le quedaba, Grayson quedó muy debilitado. Aun asi, sabía que no podía quedarse por más tiempo en ese lugar, y que tanto Leilah como Thaliel necesitaban atención médica urgente; por lo que haciendo uso de su voluntad de hierro y valiéndose de su corpulencia, subió en sus hombros a cada una de ellas respectivamente y caminó el duro camino de regreso al campamento aliado. Para ello, tuvo que recorrer casi un kilómetro de bajada por la empinada colina y tratar de no encontrarse con ningún enemigo en el camino pues de ser así hubiese sido su perdición.

Grayson llegó con los pies sangrando y las piernas temblando hasta el campamento, donde unos pocos metros antes de llegar, los soldados se percataron de su presencia y corrieron a socorrerle. Algunas horas más tarde, las noticias sobre la retirada trol y el triunfo de la alianza humana-élfica llenó de júbilo todo el campamento, pues finalmente el imperio trol había sido reducido y muy difícilmente podrían recuperarse de tan aplastante derrota. La arcanísta Thaliel fue trasladada aún inconsciente a un asentamiento elfico para ser tratada; a su vez Grayson y Leilah se quedaron en el campamento humano y luego de ese día, instructora y alumnos no volvieron a encontrarse.

Aunque la aplastante derrota de los trols daba testimonio del magnífico recurso que era la magia en las guerras, al rey Thoradin seguía sin gustarle demasiado la idea de que los humanos usasen dichos poderes; aun así, reconoció que esta debería permitirse ya que había probado ser especialmente útil contra sus más acérrimos enemigos. Estos acontecimientos llevaron a que algún tiempo más tarde se fundara la ciudad de Dalaran.

Humanos y elfos trabajaron en colaboración para levantar aquella ciudad que pasaría por siempre a convertirse en un estandarte de la magia y ciencias arcanas. Muchos de los elfos que habían sido instructores durante las guerras trol fueron enviados a dicha ciudad, así como también aquellos hechiceros humanos quienes habían sido sus aprendices y habían prestado servicio en la guerra.

 

Grayson, quien se había comprometido con Leilah Garland, había vuelto desde Dalaran a Strom para celebrar las nupcias de estos dos jóvenes. La familia del novio, la casa Wolfheart se encargó de hacer todos los preparativos y de organizar un gran banquete en honor a la nueva pareja. Todos los amigos de ambas familias se encontraban presentes ese día y todo marchó según lo esperado. Un poco antes que la ceremonia terminara, un grupo de elfos -vestidos con túnicas elegantes y portando el estandarte de un escudo y un sol – hicieron acto de presencia en el lugar. Al presentarse ante la familia, Thaliel apareció de entre este grupo, y junto a ella estaba Sir Ragthanon Sunshield, el patriarca de familia.

Este se acercó al joven Grayson y solicitó respetuosamente la presencia del padre de este, Lord Grahan Wolfheart. En primer lugar le agradeció por toda la ayuda que los humanos habían brindado a su pueblo, pero especialmente, y casi con lágrimas en sus ojos, agradeció al joven Grayson por haber salvado la vida de su hija primogénita Thaliel. Para honrar tal deuda de honor, la casa Sunshield presentó varios regalos a la casa Wolfheart, entre ellos finos licores élficos y telas de excelsa calidad. Pero la ofrenda mayor seria otra; Ragthanon mandó a traer con dos de sus escuderos una larga caja de madera adornada con hermosos bordes dorados típicos de la arquitectura élfica. De su interior, retiró una enorme espada, una fina hoja forjada con Arcanita y la presentó como símbolo de gratitud y unión entre las dos casas.

Lord Grahan acepto la ofrenda con gratitud y como muestra de gran honor y respeto por aquel fino presente, hizo una declaración formal aquel día, que esta hoja pasaría a ser el símbolo familiar de su casa, y que de generación en generación, esta arma pasaría a representar el patriarcado de la casa Wolfheart. Se llevó a cabo un solemne juramento, y desde aquel día, esa hoja encantada llegó a conocerse como “Colmillo Blanco”

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 Casa Wolfheart

 

Antigüedad: 2800 años aproximadamente.

Estamento Social: Antiguamente Alta Nobleza. En la actualidad, en ruinas y con un solo heredero.

Escudo de Armas: Cabeza de Lobo blanca sobre fondo rojo.

Significado: Los trofeos de la victoria sobre enemigos del reino que han sido derrotados. Ferocidad en la batalla.

Lema: Honor, Gloria o Muerte.

Primer Patriarca: Lord Grahan Wolfheart

Patriarca Actual: Lord (heredado de su padre) Draven Wolfheart

Breve Reseña de Casa:

Se fundó oficialmente al recibir el comandante Grahan el estamento de Nobleza para el y su casa por sus años de servicio al rey Thoradin durante la conquista de los pueblos vecinos para fundar la nación de Strom. En ese momento adoptaron el nombre familiar de Wolfheart y se les concedieron varias tierras dentro de las fronteras de Strom. Durante las guerras trol, la participación de la casa Wolfheart siguió siendo destacable, llegando a tener el privilegio de tener uno de los primeros hechiceros del reino, instruido por los altos elfos. Luego de la guerra, llegaron a estrechar relaciones con la casa elfica Sunshield, con quienes estuvieron en contacto hasta la segunda guerra. A lo largo de todo ese tiempo, mantuvieron tratos comerciales y algunas fuertes amistades. Incursionaron en el negocio de la Herrería para la cual se valían de raros materiales que la casa Sunshield podía proveer. Su linaje también se extendió por la ciudad de Dalaran, cuando uno de sus hijos incursionó en los caminos del arcanismo, mas sin embargo nunca mas volvieron a tener noticias de este pariente. Todos los negocios y la expansión de la casa iban en aumento, hasta que luego de la segunda guerra, la perdida de apoyo por parte de la Alianza y otros factores condujeron a que cada vez fuesen perdieron mas tierras a manos del sindicato y de un clan de ogros de Arathi. Aunado a eso, los últimos años de la casa estuvieron marcados por numerosos conflictos con grupos de trols de la selva que buscaban cobrar viejas venganzas. De los tres últimos varones de dicha casa, dos murieron poco después de la segunda guerra, y el último, aun un muchacho para ese entonces, pasó a vagar por aquellas tierras como un lobo solitario.

 

 

 

 

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