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Vida de una Academia, por Thalnila.


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Primer día de clase

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Como de costumbre llego tarde, el sol ya ha salido y despunta por encima del horizonte, me acicalo el pelo mientras ando a marchas forzadas, llevo en mis brazos algunos libros que tome prestados de la biblioteca de la academia, no he podido desayunar y mucho menos arreglarme como es debido pues hoy no es un día normal, hoy conoceré a mis compañeros de clase, o al menos al grupo con el que daré la mayor parte de ellas según la carta que me llego esta mañana, no ponía quien la enviaba, solo "Maestra" y el sello de la Academia de Ventormenta, supongo que Astrera se toma ciertas libertades debido a su autoridad.

Avanzo dando zancadas, rezo por primera vez a lo que sea que nos observa desde el cielo para no causar la peor imagen de mi vida a mis nuevos compañeros, las calles del barrio de los magos tienen algo de afluencia, lo que me hace tener que esquivar a algunos transeúntes dando brincos de lado a lado de la calzada.

Ya veo la gran plaza donde se alza la torre con esa enorme escalera de caracol, Ashelen la odia, pero a mi me parece muy divertida. Tres siluetas me esperan allí, decido pararme y recobrar un poco el aliento para no encontrarlos jadeando como un perro.

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El primero es un chico alto, de mi altura, piel clara, pelo corto y zanahorio, ojos de esmeralda, viste ropajes prácticos con unos encajes en plata monísimos, es bastante atlético, casi podría encajar más en el ejercito que en una torre de magos, lástima que tenga algunas arrugas en su cara.

La siguiente figura es una chica, un poco más bajita que el primero, no mucho, expresión coqueta observando a sus alrededores, una larga melena roja cae por su hombro, ropas elegantes pero claramente enfocadas en la estética... y que estética, seguro que no paga ninguna de las copas en el Recluso azul.

Por último una figura mucho más bajita, una enana, con algo más de carne que los anteriores proporcionalmente hablando, una melena castaña atada con una coleta, con cara de susto constante, su cuerpo esta encogido mientras mira al suelo, viste una túnica blanca con decoraciones azules muy simple, dan ganas de adoptarla solo con ver el miedo que tiene a su primer día de clase.

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Atlas.png  Quirel.png  Lofta.png

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Recuperado de la marcha, me yergo sujetando los libros contra mi pecho con ambas manos y me dispongo a ir hacia ellos caminando rápido, no quiero que piensen que me he tomado mi tiempo.

-" Buenos días, ¿Sois mis compañeros de clase? "- Pregunto con una amplia sonrisa al llegar hasta ellos, la enana salta en el sitio del susto, la humana me mira pero no responde, es el joven quien me encara amablemente.

-" Supongo que ha de ser así, no tengo claro cuantos somos, ni quien nos ha reunido, pero si tengo clara una cosa. "- Da un paso hacia mi y extiende la mano. - " Atlas Cazahechizos, espero que podamos llevarnos bien. "- Tomo su mano, el apretón es firme de su parte, me gusta, denota determinación.

-" Thalnila, puedes llamarme Nila si quieres. "- Respondo con calidez.

-"L-Lofta, me llamo L-Lofta."- La enana se presenta sin extender la mano, apenas puede mirarnos a los ojos.

-" Que nombre tan bonito."- Intento animarla, por un momento lo consigo, pero rápidamente vuelve a su actitud temerosa.

Finalmente miro a la última de ellos, ese momento se alarga un tiempo hasta que parpadeo un poco intentando que entienda que espero una presentación de su parte.

-"¿Que?"- Me pregunta sin cambiar su expresión.

-"Encantado, soy Thalnila."- Repito con el mejor de mis tonos.

-"Encantada Thalnila."- Me contesta al instante.

-"Ahm... espera, creo que no ha funcionado... Probaré otra vez..."- Tomo aire e intento recobrar la paciencia con la chica, la cual la agota de forma exageradamente rápida.-" Buenos días, soy Thalnila, puedes llamarme Nila."- Extiendo la mano hacia ella repitiendo el saludo con Atlas.

-"Buenos días Thalnila, un placer."- Responde omitiendo su nombre.

Me cuesta mucho, pero mantengo la sonrisa, una que poco a poco quiere romperse y dejar salir mi cara de desagrado por lo insultante del momento.

-" Tranquilo, lleva así desde que llegue, creo que es desconfiada, simplemente. "- Me confirma el joven a mi lado, la humana sonríe ladeando la cabeza, casi a modo de burla, yo también se jugar a ese juego, me doy la vuelta hacia Atlas obviando su actitud infantil.

-"Una lástima, creo que es bueno mantener un buen ambiente en el grupo si vamos a ser compañeros por un tiempo."- Emponzoño aquella frase con un tono amigable criticando a la compañera claramente.

Esperamos allí parados un tiempo, tal vez demasiado, el sol casi esta en su punto más alto, nadie aparece a nuestro encuentro hasta que finalmente decido abrir uno de los libros que llevo cargando toda la mañana, es entonces y solo entonces cuando una voz gutural suena cerca de nosotros.

-"¿Ahora...? ¿Es ahora cuando abres el libro...? Toda la mañana esperando de pie... ¡¿Y ahora abres un libro?! "- La voz pasa de la frustración a la ira en cuestión de segundos.

Todos damos un brinco en el sitio al escuchar ese estallido, frente a nosotros en la escalera de caracol aparece un Kal'dorei, algo mayor, muy alto y flaco, con una coleta azul, una patillas prominentes y muchas arrugas en la frente, debe ser por lo fruncido que están sus cejas.

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-" Os he estado observando... sí, os he observado... sois lo peor, la peor selección de alumnos que ha visto esta institución en mucho, MUCHO tiempo, y eso se acabo..."- Su tono suena cargado de rabia mientras intenta contenerla para no volver a estallar.

-"¡Yo! Fingon, no permitiré este abuso de la decencia y la honestidad de la Academia de Ventormenta, sois una desgracia para esta escuela, vuestro tiempo ha llegado, o aprendéis a ser magos o me veré obligado a mandar una misiva al Archimago para vuestra definitiva expulsión del centro."- Nos señala todopoderoso desde la rampa, aquello me hiela la sangre, pues todos mis ahorros fueron para la matricula de aquel sitio.

-"B-Bueno, no hay por que enfadarse. "- Intento calmarlo.-" Verá señor Fisgón, nos..."-

-"¡FINGON!"- Me corrige con un grito.

-"Fingon, Fingon, Fingo, entendido."- Me disculpo rápidamente.-"Pero... ¿Dónde esta Astrera? Nos envió una carta para..."-

El profesor se cruza de brazos y niega con la cabeza.-" ¿Sois tan inútiles que no habéis reparado en que aquella caligrafía no era la suya? "-

-"Ah ¿no?"- Parpadeo un par de veces sorprendido, pero ahora que lo menciona, es cierto, esa letra era feísima, veo como Fingon se recrea en su enfado hacia nosotros.-" Tal vez seamos complicados, no conozco el caso de mis compañeros, pero no nos faltan ganas de aprender magia, ¿Verdad chicos?"- Al girarme hacia ellos veo que cada uno mira en una dirección distraídos por la vida habitual del barrio de magos.

Al volver a mirar al profesor este arquea una ceja con una mirada furibunda en el rostro, trago saliva con dificultad.

-"Vale, están algo dispersos, pero seguro que quieren aprender magia... yo al menos."- Rectifico justo al final para salvar mi expediente.

-"Desde ahora seré yo quien os de clase, todos los días, al salir el sol, estaréis aquí esperando mi llegada, tomaréis un libro de la biblioteca, TODOS los días lo leeréis si yo no estoy aquí, conseguiréis conocimientos a marchas forzadas, igualaréis al resto de alumnos que entraron en vuestra promoción, ¿Me habéis oído bien?"- Coloca sus manos tras sus caderas sacando pecho en una postura marcial.

Confirmo nerviosamente su palabras, veo que el profesor se quiebra por segundos, al darme la vuelta veo que Lofta, la enana, esta en el suelo encogida y Atlas, el joven humano, trata de espantar una mariposa sin dañarla, mientras la humana sin nombre se tapa la boca evitando una carcajada.

Miro de nuevo al profesor, oculto el rostro tras mis libros al ver que una gran vena se marca en su cuello.

-"¡LA CLASE HA COMENZADO!"- Grita con rabia.

Creo que esta será una de las mañanas más largas desde que entre en la academia...

Editado por zetsuboukaze
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Encontrando el camino

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Otro día más en la biblioteca de la academia, apenas había salido el sol cuando subimos la torre en el distrito de los magos, no puedo parar de bostezar intentando seguir el sermón interminable de Fingon, al menos me contento viendo como la chica sin nombre deja caer un llamativo hilo de baba por la comisura de su boca, no ha aguantado ni 10 minutos, tampoco puedo culparla, desde que el profesor se dio la vuelta para recitar uno de esos libros no se ha girado ni una sola vez. Sentados en semicírculo a su alrededor, estos cojines son tan cómodos que si los probase tan solo un segundo no sé si podría volver a despertarme.

-"... Las ramas de la magia son muy diferentes entre si, y cada escuela de ellas la definen por si misma, creando un balance entre los conocimientos que un mago puede aprender a lo largo de su vida, entendiendo esto como una decisión a largo plazo, una meta vital por así decirlo, deberéis encontrar vuestro camino en los estudios y..."- Fingon continua con su monologo hasta que se da la vuelta y descubre a la joven dormida, su cara se arruga en un instante, una vena se le marca en el cuello.-"¡¿TODO CLARO SEÑORITA QUIREL?!"- Estalla en furia, como de costumbre.

La humana abre los ojos, parpadea un poco tratando de enfocar al profesor, usa la manga de su túnica para limpiar las babas de su rostro.-"Sí, todo listo, ¿Ya hemos terminado?"- Responde con su tono burlón habitual.

El Kal'dorei aprieta los dientes haciéndolos rechinar, no debe ser nada bueno para su esmalte.

-"Que indecencia, que vergüenza para su familia, que deshonra que desfachatez, que falta de compromiso, que ofensa para el resto de tus compañeros."- Espeta el elfo mientras alza los brazos.-" Hágase un favor y comience a madurar, recuerde que su permanencia en este lugar pende de un hilo."- La señala con rabia contenida.

-"Pro-Profesor, ¿Es posible...?"- Una débil voz se escucha en la sala, todos nos giramos hacia Lofta que parece querer decir algo.-" ¿Es posible... aprender... alguna rama que no sea peligrosa? "- La enana se encoge al sentir todas nuestras miradas encima.

-"Es posible, Adjurador, de cualquiera de las ramas, los hechizos defensivos no se usan para dañar, sino para proteger."-

-"Oh, ¿De verdad?... bueno, en ese caso... Q-Quiero estudiar Abjuración..."- La pequeña intenta alzar la mano pero la recoge rápidamente para limpiarla con un pañuelo blanco que guarda entre sus vestiduras.

-"Bien, eso es, buscaremos como canalizar ese afán por proteger a los demás."- Asiente el profesor, ligeramente satisfecho, Lofta pone cara rara hacia el final de la frase, como si no fuera eso lo que quería decir, pero finalmente se queda callada.

-"¿Y usted señorito?"- Fingon pregunta dando un paso adelante, mirando a Atlas a los ojos, más bien, clavando su mirada en la suya.

-" Defender a otros esta bien, pero siempre he pensado que la mejor defensa es un buen ataque, ¿Qué tal algo con lo que pueda acabar con los enemigos de la academia? Algo como... Ofensivoro, ¿Esa es la palabra?"- Dice con entusiasmo y sinceridad.

-" Alejese de esa senda tan belicosa jovencito, si quiere aprender conjuración esta en su derecho, pero solo debe usar sus conocimientos mágicos para evitar conflictos mayores, no somos soldados, somos estudiosos de tradiciones mucho más antiguas que nosotros mismos, emplearlos en una banalidad tal como dedicarse al combate por el simple placer de infringir daño es ridículo desde todo punto."- La explicación se extiende más de lo debido, y hace que el chico pierda la concentración.

-"¿Podría ser con fuego? Definitivamente debe ser impresionante prender una espada con fuego mientras combates."- Añade al final.

-"Sí... puede ser con piromancia..."- Fingon confirma con pesadez dando por perdido el asunto, pero después posa su mirada en mi, me siento algo intimidado, pues mi futuro depende de aquel señor.-"¿Y tu? ¿Qué buscas en la academia?"-

-"¿Yo? Quería aprender magia, nada para combatir, más bien, para evitarlo, me gustaría poder ayudar a la gente, soy bardo, tal vez entretenerles para que olviden los problemas del día a día y..."- Me detengo cuando veo que el Kal'dorei se lleva una mano a la cara.

-"¿Entretener a la gente? ¿De verdad has pagado la tasa de matriculación y estudiado las bases de la magia para... entretener a la gente?! "- Su tono vuelve a convertirse en un amasijo de furia hacia el final.

-"Pues estudia Ilusiones."- Dice Quirel haciendo que todos nos callemos.

-"¡Oh!, sí, eso es lo que pensé al estudiar las escuelas de la rama arcana."- Le contesto sorprendido de que entre en la conversación para atajar el posible enfado de Fingon.

-"Ya lo sé."- Replica en su tono burlón y mira hacia las estanterías de libros.

-"Bien, vale, habrá de ser así, ilusiones entonces, es un camino difícil, no todos consiguen terminarlo, es inofensivo, en principio, con eso entretendrás a la gente... ¿Y usted?"- El profesor resopla mientras habla calmando sus nervios, esta vez siendo el turno de la humana.

-"¿Sí?"- Responde con una pregunta la chica sin dejar de mirar los libros de las estanterías desde su asiento.

-"¿Ha pensado en que escuela de magia dedicará su tiempo?"-

-"Sí."-

-"¿Puede compartirla con nosotros?"-

-"Puedo."-

-"Habla de una vez."-

-"Ya lo hago."-

El profesor aprieta los puños con fuerza, me reclino hacia atrás en mi cojín asustado por la cara que pone, si pudiera matar con la mirada esta claro que habría un funeral pronto, toma una bocanada de aire y tras unos segundos la exhala despacio.

-"Nombre la escuela a la que quiere dedicar el tiempo que pase en la academia."-

-"Adivinación."-

-"Bien, no era tan difícil."- Suelta hacia el final Fingon con un suspiro templando sus ánimos.-" Ahora que todos tenéis un camino os daré el primer libro con el que podréis aprender hechizos básicos de cada una de vuestras ramas escogidas, debéis ser responsables, pues el mal uso de estas habilidades supondría un grave peligro para vosotros y para quienes os rodean."- Habla mientras se acerca a la estantería del fondo y comienza a retirar cuatro libros en distintas partes de la misma.

-" ¿P-P-Peligroso? "- Lofta se asusta en voz baja al escuchar aquello.

-"Aprenderéis estos conocimientos, cuando estéis preparados vendréis a mi y os evaluaré con un ejercicio práctico, si fracasáis os daré la carta de expulsión yo mismo, ¿entendido?"- Termina aquella pregunta entregándome un libro de cubierta marrón que dice "Ilusiones: El mundo inexistente".

-" Esta hecho profesor, verá como achicharro lo que sea que me ponga delante."- Atlas parece muy contento mirando el libro que le han dado entre sus manos.

-" Sí, es mejor afrontar este reto con optimismo, ¿Verdad chicas? "- Digo mirando a las dos compañeras restantes, Quirel tiene el libro en el regazo mientras observa aún la gran estantería, Lofta en cambio, abre su libro usando dos pañuelos para no tocarlo directamente.

-"Podéis marchar, tengo asuntos importantes que atender."- Dice Fingon colocándose en el centro de la sala mirando el gran globo de Azeroth dándonos la espalda.

No tardo demasiado en salir de allí, estar con él hace que se me encoja el estómago, pero esta vez al menos tengo algo, un libro, he de aprovechar la tarde para leerlo entero... pero... después de una buena siesta... apenas puedo con mi alma...

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